Últimamente se oye hablar mucho sobre productos para el cabello sin parabenos y sin sulfatos o SLS y cada vez son más las más marcas de cosmética que se suman al carro y los ofrecen de todo tipo y color.
Pero, ¿sabemos para que se usan y como compensamos el hecho de que no estén en la formulación de un producto?
LOS SULFATOS
Se trata de elementos químicos que se añaden al champú gracias a su gran poder limpiador. Son perfectos para arrastrar la suciedad con sus partículas y dejar nuestro pelo limpio.
¿Y dónde está el problema?
Resulta que estos agentes limpiadores son tan potentes que se ha empezado a detectar que pueden causar irritación, sobre todo si nos lavamos el pelo a menudo. Además el uso repetido causa sequedad, ya que no solo retira la capa de suciedad sino que también elimina los aceites naturales que el pelo genera. Incluso los expertos de las grandes marcas recomiendan usarlos con moderación sin frotar en exceso.
Si queremos identificarlos en un producto nos deberíamos fijar en palabras como: Sodium Laureth Sulfate, Thriethanolamine Lauryl Sulfate o Ammonium Lauryl Sulfate.
LOS PARABENOS
Son los conservantes de la cosmética. Gracias a ellos los productos se mantienen libres de bacterias y organismos vivos. Pero todo lo bueno tiene su punto malo.
Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), algunos están bajo sospecha porque pueden alterar el equilibrio hormonal del organismo. Algunos estudios están empezando a relacionar estos desequilibrios con diversas enfermedades. Por precaución se deberían evitar los que figuran como butylparaben y propylparaben.
¿Y cómo se soluciona el tema de las bacterias sin ellos? Hay alternativas con productos más naturales como los aceites esenciales que ayudan a mantenerlas a raya.
Las grandes marcas de belleza defienden el uso de estos químicos, pero poco a poco van sacando algunas alternativas que quieren parecer más naturales, ya que la gente está tomando conciencia de los efectos de todos los químicos que usamos a diario.
En Natura Siberica creemos en aprovechar las propiedades naturales de flores y plantas silvestres en nuestros productos para potenciar los elementos beneficiosos que nos ofrece la naturaleza. Trabajando en formulaciones específicas, queremos optar por estas alternativas más naturales, que no solo no sean perjudiciales, sino que además sean beneficiosas y respetuosas con nuestros cuerpos y el medio ambiente.
